Imagen pública en las organizaciones
Sostiene
Bruno Bettelheim (1973), que la imagen que otros tienen de ti, forma la imagen
que tienes de ti mismo. Este hecho sociológico es aprovechado por la
comunicación organizacional para establecer estrategias que produzcan una
imagen pública positiva de personas, empresas e instituciones.
La
imagen pública es la percepción construida por los públicos que están en
condición receptiva de la emisión de información de las organizaciones y sus
miembros. Los sujetos y las organizaciones realizan actos comunicativos,
voluntarios e involuntarios, que producen estímulos que son percibidos y
significados por los públicos en una determinada situación comunicativa. Es por
ello que se pueden identificar dos tipos de imagen pública: la personal y la
institucional.
La
imagen pública personal es la que se construye por la interacción comunicativa
con una persona. De ella se perciben mensajes tanto verbales como no verbales.
Los mensajes verbales u orales permiten identificar los saberes y creencias de
una persona, así como sus capacidades como ente comunicativo. Los mensajes no
verbales están constituidos por la apariencia física, las expresiones
corporales (gesto, postura, movimientos), la vestimenta y los accesorios que el
individuo utilice recurrentemente en sus interacciones.
La
imagen pública personal guarda referencia con las características
reales-objetivas del sujeto que la produce. De ahí que se puedan modificar o
reorientar las percepciones que las personas se construyan de una figura
pública. El comunicador organizacional será el estratega capaz de formular las
estrategias que permitan mejorar los estímulos que emita un sujeto, logrando
con ello posicionar en la mente de los públicos una imagen positiva de dicha
persona.
Para
el caso de las organizaciones, la imagen pública adquiere una carácter más
complejo en el sentido de que la percepción no solo se construye por las
personas que conforman la institución, sino que también la infraestructura, la
cultura y el ambiente organizacional serán fuente de estímulos para los público
que interactúan con la organización en el consumo de productos o servicios.
En
la teoría de la imagen pública se expresa que existen seis dimensiones desde
las cuales se puede construir una imagen de una institución:
a)
La imagen física
se conforma por la totalidad de individuos (en su apariencia) que integran la
organización, el vestuario homologado y el protocolo de lenguaje corporal que
se manifiesta al dar el servicio.
b)
La imagen visual
está constituida por la identidad gráfica (colores, figuras y trazos
originales), la simbología empleada y la señalética que la organización diseño
para distinguirse.
c)
La imagen verbal
se identifica en la fraseología, en el seguimiento de un protocolo de
relaciones públicas y la expresión de un conocimiento de la gestión (oral y
escrita).
d)
La imagen
audiovisual es el conjunto de mensajes transmitidos de manera masiva a través
de los medios, es decir, la publicidad y el merchandising.
e)
La imagen
ambiental es aquella que se percibe al interactuar con la infraestructura de la
organización. Queda conformada por la iluminación, la temperatura, la música y
el sonido ambiente, los aromas, la ergonomía de los espacios y el mobiliario.
f)
La imagen
profesional está identifica en el servicio que prestan los miembros de la
organización al seguir un protocolo de operaciones, así como la actitud y la
aptitud percibida de los empleados (Gordoa, 2006).
Se
puede ver que la complejidad de la imagen pública institucional hace más
interesante el campo de acción del comunicador organizacional. El entramado de
estas seis dimensiones motiva a la investigación para hallar nuevas estrategias
para transformar la imagen pública de las organizaciones.
El
beneficio, no es únicamente una empresa competitiva, original y auténtica; otro
resultado significativo es la consolidación de una identidad en los miembros de
la organización y su públicos externos que otorga un sentido de pertenencia y
unidad.
Bibliografía:
Bettelheim,
B. (1973) El corazón bien informado. México: FCE.
Costa,
J. (1999) La comunicación en acción. Barcelona: Paidós.
Gordoa,
V. (2006) El poder de la imagen pública. México: Grijalbo.
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